El Impacto de la HipertensiĆ³n en los Adultos Mayores: Riesgos, Causas y Estrategias de Manejo
La hipertensiĆ³n afecta al 26.7% de los adultos mayores en MĆ©xico. Conocer los factores de riesgo y estrategias de manejo es clave para prevenir complicaciones graves.
La Encuesta Nacional de Salud y NutriciĆ³n (ENSANUT) 2018 en MĆ©xico revelĆ³ un aumento significativo en la prevalencia de enfermedades crĆ³nico-degenerativas entre los adultos mayores, destacando la hipertensiĆ³n como una de las condiciones mĆ”s comunes. En el grupo de edad de 70 a 79 aƱos, la hipertensiĆ³n afecta al 26.7% de la poblaciĆ³n, subrayando la necesidad urgente de abordar esta condiciĆ³n de salud pĆŗblica.
La hipertensiĆ³n, o presiĆ³n arterial alta, se caracteriza por un aumento persistente en los niveles de presiĆ³n arterial, lo que dificulta la capacidad del corazĆ³n para bombear sangre de manera eficiente. Esta condiciĆ³n se mide con dos nĆŗmeros: la presiĆ³n arterial sistĆ³lica, que representa la presiĆ³n cuando el corazĆ³n se contrae y bombea sangre, y la presiĆ³n arterial diastĆ³lica, que indica la presiĆ³n cuando el corazĆ³n estĆ” en reposo entre los latidos. En los adultos mayores, es comĆŗn encontrar hipertensiĆ³n sistĆ³lica aislada, donde la presiĆ³n sistĆ³lica es de 130 mm Hg o mĆ”s, mientras que la presiĆ³n diastĆ³lica permanece por debajo de 80 mm Hg. Este fenĆ³meno suele deberse a la rigidez creciente de las arterias principales a medida que envejecemos.
La hipertensiĆ³n sistĆ³lica aislada es la forma mĆ”s frecuente de presiĆ³n arterial alta en personas mayores y puede provocar serios problemas de salud. Entre los sĆntomas graves que pueden manifestarse se encuentran dificultad para respirar, mareos al levantarse rĆ”pidamente y caĆdas, aunque la hipertensiĆ³n rara vez presenta sĆntomas evidentes en sus etapas iniciales. En algunos casos, los signos pueden incluir dolor de cabeza, hemorragias nasales, visiĆ³n borrosa o luces parpadeantes, y zumbidos en los oĆdos, que suelen ser indicativos de niveles de presiĆ³n arterial peligrosamente altos.
Diversos factores contribuyen al desarrollo y agravamiento de la hipertensiĆ³n, especialmente en la poblaciĆ³n mayor. Uno de los principales factores es la edad. Con el envejecimiento, las arterias pierden elasticidad y pueden acumular depĆ³sitos de lĆpidos, lo que obstruye la circulaciĆ³n y eleva la presiĆ³n arterial. Este proceso natural hace que las arterias se vuelvan mĆ”s rĆgidas y menos capaces de adaptarse a las variaciones en el flujo sanguĆneo, contribuyendo al aumento de la presiĆ³n arterial.
Los factores hereditarios tambiĆ©n juegan un papel crucial. La hipertensiĆ³n tiende a ser hereditaria, lo que significa que las personas con antecedentes familiares de presiĆ³n arterial alta tienen un mayor riesgo de desarrollar esta condiciĆ³n. AdemĆ”s, el consumo excesivo de sal y grasas es otro factor de riesgo significativo. El sodio en la sal puede daƱar los riƱones, que son responsables de regular la presiĆ³n arterial, y un alto consumo de grasas puede contribuir a la acumulaciĆ³n de placa en las arterias.
El sedentarismo es otro factor que agrava la hipertensiĆ³n. La falta de actividad fĆsica puede llevar a un aumento en la frecuencia cardiaca y la presiĆ³n arterial, poniendo un mayor esfuerzo en el corazĆ³n y las arterias. La obesidad tambiĆ©n es un factor de riesgo importante. El exceso de tejido adiposo requiere un mayor flujo sanguĆneo, lo que incrementa la presiĆ³n en las arterias.
El abuso de alcohol y el tabaquismo tambiĆ©n contribuyen al desarrollo de hipertensiĆ³n. A lo largo del tiempo, el consumo excesivo de alcohol y el uso de tabaco pueden daƱar el corazĆ³n y las arterias, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares e hipertensiĆ³n. AdemĆ”s, condiciones mĆ©dicas como la diabetes y la dislipidemia pueden perturbar los niveles de grasas en la sangre, elevando el riesgo de hipertensiĆ³n. La diabetes puede daƱar los vasos sanguĆneos y los nervios que controlan la presiĆ³n arterial, mientras que la dislipidemia, caracterizada por niveles anormales de colesterol y triglicĆ©ridos, puede contribuir a la acumulaciĆ³n de placa en las arterias.
El manejo efectivo de la hipertensiĆ³n requiere una combinaciĆ³n de cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicaciĆ³n bajo supervisiĆ³n mĆ©dica. Es fundamental mantener un peso saludable, realizar ejercicio regularmente (al menos 150 minutos de actividad moderada por semana), seguir una dieta equilibrada como la dieta DASH (que incluye frutas, verduras, granos integrales y baja en sal), y reducir el consumo de alcohol y tabaco. AdemĆ”s, es crucial dormir adecuadamente y manejar el estrĆ©s de manera efectiva.
La evaluaciĆ³n continua con el mĆ©dico es esencial para controlar la hipertensiĆ³n y ajustar el tratamiento segĆŗn sea necesario. Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la presiĆ³n arterial, los medicamentos pueden ser necesarios. Estos deben ser prescritos por un profesional mĆ©dico y tomados segĆŗn las indicaciones para asegurar su efectividad y minimizar los riesgos de efectos secundarios.
En resumen, la hipertensiĆ³n es una condiciĆ³n prevalente entre los adultos mayores que puede tener serias implicaciones para la salud si no se maneja adecuadamente. Conociendo los factores de riesgo y adoptando estrategias de prevenciĆ³n y tratamiento efectivas, es posible controlar la presiĆ³n arterial y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
Equipo Kuidales,
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