Diabetes Mellitus en Adultos Mayores: Prevención, Diagnóstico y Manejo Integral

Diabetes Mellitus en Adultos Mayores: Prevención, Diagnóstico y Manejo Integral

La diabetes tipo 2 afecta al 14.1% de los adultos en México. Controlar la glucosa, hacer ejercicio y seguir una dieta saludable son esenciales para prevenir complicaciones.

La diabetes mellitus es una enfermedad crónico-degenerativa caracterizada por una disfunción en la producción o uso de insulina, una hormona crucial para regular los niveles de glucosa en la sangre. En esta condición, el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo no puede utilizarla de manera eficiente, lo que lleva a niveles elevados de glucosa en la sangre. Este descontrol de la glucosa puede desencadenar una serie de complicaciones graves que afectan a múltiples sistemas del cuerpo, como la hipertensión arterial, la arterioesclerosis, y un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

En México, la diabetes tipo 2 afecta al 14.1% de la población adulta. Esta forma de diabetes es particularmente prevalente entre los adultos mayores y está en aumento debido a factores como estilos de vida sedentarios y dietas poco saludables. La diabetes tipo 2 se desarrolla gradualmente y está asociada con la resistencia a la insulina, a diferencia de la diabetes tipo 1, que generalmente se presenta en jóvenes y requiere la administración externa de insulina.

Existen dos tipos principales de diabetes mellitus: Tipo 1 y Tipo 2. La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca las células beta del páncreas que producen insulina, resultando en una ausencia total de insulina. Los individuos con diabetes tipo 1 necesitan recibir insulina exógena para controlar sus niveles de glucosa. Por otro lado, la diabetes tipo 2, más común en adultos mayores, se desarrolla cuando el cuerpo no utiliza la insulina de manera efectiva, a pesar de que el páncreas produce insulina. Los factores de riesgo para la diabetes tipo 2 incluyen la obesidad, la falta de ejercicio, el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas y azúcares, y antecedentes familiares de diabetes.

Los síntomas de la diabetes mellitus pueden variar, pero algunos signos comunes incluyen aumento de la sed, micción frecuente, aumento del apetito con pérdida de peso inexplicable, y piel con coloración oscura en áreas como el cuello y las axilas. El diagnóstico de la diabetes se realiza mediante varias pruebas de sangre que miden los niveles de glucosa en el cuerpo. Entre estas pruebas se incluyen la toma de sangre capilar mediante glucómetro en ayunas, muestras sanguíneas aleatorias, y la hemoglobina glucosilada (HbA1c), que proporciona un promedio de los niveles de glucosa en los últimos tres meses.

El manejo de la diabetes mellitus requiere un enfoque integral que combine monitoreo regular, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicación. Uno de los componentes esenciales del control de la diabetes es el monitoreo de glucosa. Los pacientes deben registrar regularmente sus niveles de glucosa en sangre para evitar tanto la hiperglucemia (niveles elevados de glucosa) como la hipoglucemia (niveles bajos de glucosa). Es crucial seguir las indicaciones médicas respecto a la frecuencia de las pruebas de glucosa y realizar la prueba A1C para evaluar los niveles promedio de glucosa.

La elección de alimentos saludables juega un papel fundamental en el manejo de la diabetes. Es importante aprender a seleccionar alimentos que ayuden a regular los niveles de glucosa en sangre. Los pacientes deben ser educados sobre qué alimentos consumir, en qué cantidades y en qué momentos del día. En caso de sobrepeso, trabajar con el equipo médico para establecer un plan de pérdida de peso efectivo es esencial para mejorar el control de la diabetes.

La actividad física regular es otro pilar clave en el manejo de la diabetes. El ejercicio diario, como caminar, puede ayudar a mejorar los niveles de glucosa en sangre. Es recomendable establecer metas realistas de actividad física y adaptar un plan de ejercicios que sea compatible con el estilo de vida del paciente. El equipo médico puede proporcionar orientación sobre cómo incorporar el ejercicio en la rutina diaria de manera efectiva.

El cumplimiento con la medicación es crucial para controlar la diabetes. Los pacientes deben tomar los medicamentos según las indicaciones médicas, incluso si se sienten bien. Es importante informar al médico sobre cualquier efecto secundario, dificultades para pagar los medicamentos o problemas para seguir el régimen de medicación.

El seguimiento médico regular es fundamental para prevenir complicaciones asociadas con la diabetes, como el daño renal, problemas visuales y enfermedades cardiovasculares. Un enfoque integral en el cuidado de la diabetes incluye visitas periódicas al médico para monitorear la progresión de la enfermedad, ajustar el tratamiento según sea necesario y abordar cualquier complicación emergente.

En conclusión, la diabetes mellitus es una condición que requiere un manejo continuo y proactivo para prevenir complicaciones graves. La combinación de monitoreo regular, una dieta saludable, actividad física y adherencia a la medicación es esencial para mantener el control de la glucosa y mejorar la calidad de vida de los pacientes con diabetes.

Equipo Kuidales,

 

Basado en: https://www-clinicalkey-es.pbidi.unam.mx:2443/service/content/pdf/watermarked/3-s2.0-B9788491139690000173.pdf?locale=es_ES&searchIndex=

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Alerta

Por sus respuestas, su Adulto Mayor pudiera no ser candidato a recibir todos los servicios que se ofrecen en nuestras membresías, pues están diseñados para personas que tienen la capacidad funcional y cognitiva de comunicarse telefónicamente y manejar un aparato celular o un brazalete biométrico.